miércoles, 23 de noviembre de 2011

Acotando el termino ciberguerra

Mucha de la literatura sobre ciberguerra no llega a concretar con ejemplos claros que actividades especificas se podrían englobar dentro de este término. Y en parte es lógico ya que es un concepto que evoluciona rápidamente.

Esto hace que algunos lectores que se inician en este mundo no tengan claro a que se refiere concretamente el término ciberguerra. Y no es casual que esto pase ya que incluso en círculos profesionales muchas veces no se llega a un acuerdo completo sobre que conceptos entran o no en la definición de ciberguerra.

¿Pero exactamente que podemos considerar como ciberguerra?

Partiendo de la descripción general del término tenemos 2 variantes claramente diferenciadas:
• Conjunto de acciones orientadas a alterar los sistemas informáticos del enemigo y a proteger los propios, como herramienta de apoyo a las acciones bélicas convencionales.
• Conflicto de carácter bélico que toma el ciberespacio como escenario principal, en lugar de los campos de batalla convencionales. Sería un conflicto sin víctimas y generalmente sin daños materiales.

A partir de estas definiciones podemos intentar acotar el concepto del que estamos hablando.

Ciberguerra como elemento de apoyo a las acciones bélicas tradicionales

La ciberguerra como elemento de apoyo a las acciones bélicas tradicionales es relativamente fácil de acotar. Podríamos incluir:

Operaciones de inteligencia: No hace falta explicar mucho como la informática ha revolucionado el mundo del espionaje. Muchos aspectos de nuestra vida están ya manejados por ordenadores (incluso más de los que pensamos) y también muchos aspectos de la vida militar. Cualquiera de estos aspectos que este contenido en un ordenador es susceptible de ser espiado (conversaciones telefónicas, movimientos bancarios, inventarios, gestión de personal, etc.).

Operaciones de guerra psicológica y propaganda: Una buena operación de guerra psicológica requiere de un buen medio de comunicación. Y hoy en día que mejor medio de comunicación que Internet. A través de sistemas de mensajería, redes sociales, páginas web; es fácil contactar con los miembros de un ejército enemigo y poder influir en su moral.

Operaciones de sabotaje: Al igual que en las operaciones de inteligencia, muchos aspectos de nuestra vida están ya controlados por ordenadores. Nada nos impide modificar lógicamente estos ordenadores para sabotear multitud de servicios: Agua, electricidad, teléfono, transporte, internet, banca. Pocos ejércitos podrían subsistir mucho tiempo sin estos servicios básicos.

Y teniendo en cuenta también que a día de hoy rara es la logística que no está gestionada informáticamente, tanto la propia como la de los contratistas civiles. Un ataque informático a este nivel sería muy eficaz.

Debido a que la informática forma parte cada vez más importante de algunos equipos de combate (navíos, tanques, artillería) también podría considerarse ciberguerra la manipulación de los sistemas informáticos integrados en los mismos. Aunque a día de hoy esto es poco habitual ya que estos sistemas generalmente carecen de comunicación informática con el exterior y difícilmente pueden ser manipulados remotamente, aunque en un futuro seguramente sera común.

Dejaríamos fuera del concepto de ciberguerra las operaciones de guerra electrónica, aunque en algunos casos la frontera entre ambas es muy sutil. Podríamos definir el límite entre ambas categorías por el aspecto físico de las mismas: guerra electrónica seria aquella que requiere de acciones en el mundo físico (por ejemplo introducir interferencias en una frecuencia de radio) y ciberguerra aquella que no requiere acciones físicas directas (por ejemplo desactivar remotamente el sistema informático que controla una antena de telefonía GSM).

Ciberguerra como enfrentamiento en el ciberespacio

Esta vertiente de la ciberguerra es tal vez la más difícil de acotar ya que partimos de que no existe una definición clara de lo que se considera un enfrentamiento en el ciberespacio.

Ya vimos en un post anterior que Internet es campo habitual de ciberdisputas, pero ¿Cuándo una disputa pasa a ser un acto de guerra?

Para no entrar en aspectos doctrinales y por simplificar, podríamos acotar este tipo de ciberguerra por 2 aspectos que la definen claramente: el campo de enfrentamiento y las armas utilizadas:

El campo de enfrentamiento seria cualquier conjunto de sistemas informáticos accesibles de forma remota (conectados en red), principalmente ordenadores personales y servidores. Pero también cualquier tipo de dispositivos de red (routers, switches, firewalls, balanceadores) o cualquier tipo de dispositivos informáticos embebidos (centralitas telefónicas, sistemas de automatización industrial, autómatas, etc.).

Las armas de la ciberguerra serian los programas preparados para penetrar la seguridad informática de los sistemas del enemigo y el malware para infectarlos y controlarlos remotamente.

Combinando ambos factores podemos tener un límite más o menos claro de lo que podemos considerar como un enfrentamiento en el ciberespacio.

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